Los asistentes virtuales evolucionan a un ritmo veloz y sus aplicaciones en el hogar se multiplican rápidamente. Úsalos a tu favor y aprovecha las funcionalidades para cuidar de tu entorno.
La inteligencia artificial aplicada al hogar nos permite automatizar tareas, delegar responsabilidades y despreocuparnos de rutinas diarias que los dispositivos de nuestra casa pueden hacer por nosotros. Uno de los avances tecnológicos clave para entender las dimensiones de este cambio son los asistentes virtuales.
¿Qué es un asistente virtual? Los asistentes virtuales para el hogar suelen ir unidos a altavoces inteligentes, con los que podemos interactuar mediante nuestra voz. Son dispositivos inalámbricos con conexión Wi-Fi, que se vinculan a otros aparatos de la vivienda para agrupar las diferentes funciones de cada herramienta en una gestión única.
La base de un asistente virtual para casa es que reacciona cuando hablamos. Nos escucha e identifica lo que le decimos: dudas, órdenes, preguntas. Normalmente necesita que le apeles por su nombre para activarse (Alexa, Siri, Ok Google) y entonces puedes lanzar cualquier cuestión para poner a prueba su utilidad.
Si tienes personas a tu cargo, especialmente mayores, un asistente virtual facilita mucho la vida. Con su ayuda puedes detectar situaciones anómalas cuando la persona dependiente está sola en casa o con un cuidador: ruidos, gritos, etc. También sirve para realizar el seguimiento de un tratamiento médico, por ejemplo. Programa alertas para acordarse del momento de tomar la medicación y, si lo vinculas con un pastillero inteligente, detecta si se han saltado las dosis.
Para los que necesitan cuidados, un asistente virtual les permite ejecutar tareas que no pueden hacer por sí mismos. E incluso llamar a su persona de referencia sin moverse. Es recomendable unir todos los dispositivos inteligentes de tu casa para que trabajen juntos y se complemen unos a otros. Soffie es la plataforma para hacerlo: un sistema inteligente que conecta tu hogar, para que aprenda de ti y se adelante a tus necesidades. Una solución pensada para mejorar la calidad de vida de cuidadores y cuidados.
Los mejores asistentes virtuales
La importancia que tendrán los asistentes virtuales en los próximos años se refleja en el hecho que las principales empresas del sector tecnológico (Google, Apple, Amazon) cuentan con su propio asistente y altavoz inteligente para competir en un mercado con gran capacidad de crecimiento.
Google Assistant es el asistente virtual de Google. Está integrado en dos altavoces, Google Home y Google Home Mini. Responde a la llamada de “Ok Google” y te permite gestionar tareas como añadir elementos a la lista de la compra, hacer llamadas en manos libres, comprobar el tráfico y el tiempo al minuto y transforma lo que le dices en un mensaje de texto para enviar a quien tu quieras. Incluso te recomienda restaurantes.
Apple cuenta con Apple HomePod, un altavoz unido a Siri, uno de los asistentes más populares. Con solo tu voz, puedes controlar la domótica de toda la casa. Uno de los puntos fuertes de HomePod es su sonido: está diseñado para alcanzar una gran potencia y cantidad de matices, a pesar de ser pequeño. Se define como “la manera más inteligente de controlar una casa inteligente”; su diseño es elegante y discreto, recubierto con una malla que no interfiere con el audio.
Por último, Echo Dot es la apuesta de Amazon por los altavoces inteligentes, y Alexa su voz. Cuenta con la mayoría de funcionalidades que el resto de dispositivos que hemos mencionado; hace hincapié en sus “skills”, apps que puedes descargarte para unirlas a Alexa y sacarle el máximo partido. Con 4 micrófonos integrados, te oirá aunque interactues con ella desde la otra punta de la habitación; se actualiza automáticamente, así que en cualquier momento de encontrarás con nuevas cosas que hacer.
Alexa es un dispositivo compatible con Soffie, y por tanto puedes integrarlo en su plataforma para que te ayude a desarrollar tu casa inteligente. El objetivo final es poder dar el mayor confort y seguridad a tus seres queridos y también a ti, por supuesto. ¡Dale una oportunidad!